Un entorno apocalíptico, un mundo en guerra, mutantes acechando, esas características son prácticamente las que abundan en juegos del estilo FPS (First Person Shooter), sin embargo, que pasaría si a esto sumamos la manipulación del tiempo en los objetos que nos rodean, el cambio de época a capricho del tiempo, los mutantes futuristas por soldados de la guerra fría. Pues precisamente esta es la propuesta de estudios Raven Software en su próximo título llamado Singularity.
La historia del juego (tomada del sitio oficial) nos dice:
En un oscuro invierno de la Guerra fría, entre 1949 y 1950, Stalin, el cruel líder de la Unión Soviética, tenía en su poder dos armas extraordinarias: misiles de largo alcance y la bomba atómica.
Aunque los condenados a trabajos forzados consiguieron construir un misil capaz de crear una explosión atómica, Stalin se encontraba amenazado por los Estados Unidos y su Mando Aéreo Estratégico. Sabía que necesitaba otra arma para aventajar a los Estados Unidos y asegurar la superioridad y seguridad de la Unión Soviética.
Fué entonces que se produjo el descubrimiento casual de un material desconocido (algo mejor que el chucknorrio), el Elemento 99 (E99), en una isla remota cercana a la península de Kamchatka, dicho material se convirtió en la nueva esperanza de Stalin: una fuente de energía de incomparable poder. Por desgracia, dicho material también suponía un riesgo notable de contaminación.
Stalin decidió asumir el riesgo: lo que fuera por el progreso del pueblo soviético. El 21 de septiembre de 1950, Barisov, el científico ruso encargado de completar el proyecto, violó todos los protocolos de seguridad y activó personalmente un artefacto con E99, provocando una catastrofe que afectó a toda la isla.
No se sabe muy bien que ocurrió a continuación, aunque algunos informes relatan que, en su lecho de muerte, Stalin dejó por escrito que Katorga-12 debía entrar en cuarentena. Toda la información sobre la isla se mantuvo en secreto ... hasta 2010, cuando informes de inteligencia occidentales confirmaron actividad en un atolón remoto de la Federación Rusa.
Katorga-12 cayó en el olvido. Nadie sabe que puede albergar esta isla de la costa sudoriental de Rusia. El mundo no puede permitirse un nuevo Chernobil, o una catástrofe aún peor. estatos Unidos respondió enviando un vuelo secreto: hay que reconocer la zona sin perder ni un segundo.
El argumento no es nada del otro mundo, sin embargo, el avance logra transmitir esa curiosidad que los viajes en el tiempo suelen tener, con una música triste podemos ver las características que este juego ofrecerá.
Vía VidaExtra
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